Todos los meses leo distintas publicaciones hablando sobre las oportunidades que cada Luna Nueva o Llena trae en determinado signo. Sin embargo, he podido observar través de la práctica de otras corrientes astrológicas más clásicas el enorme poder que tiene el momento de la Luna Llena cada mes, independientemente del signo en el que caiga.
Muchas veces este poder será aún mayor cuando coincide con un momento de Eclipse. Diversos estudios sugieren que durante la fase de Luna Llena (cuando la energía lunar está más potenciada por encontrarse la Luna en oposición al Sol) es un momento donde ocurre mayor indice de delitos, accidentes de tránsito o brotes de tipo psiquiátrico.
También observamos incremento en la violencia alrededor nuestro e intolerancia dentro de nosotros mismos. Se producen muchos malentendidos debido a que nuestro mundo emocional-insconsciente se encuentra exacerbado. Se presentan síntomas físicos como dolores de cabeza, hinchazón, cansancio excesivo, irritabilidad y mal humor. Es frecuente también que haya dificultad de coagulación de la sangre en el cuerpo humano; esto no es casual, ya que en la naturaleza observamos como la Luna influencia las mareas, la pesca, el movimiento de la savia de las plantas, el viento y las cosechas.
Clásicamente, se ha observado el momento de Plenilunio (Luna Llena), como el momento donde acecha el mal y los predadores. El folclore del hombre lobo y los vampiros, y ejemplos literarios como El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde son testigos de la asociación que hacemos los humanos en nuestro insconciente colectivo sobre ese momento lunar, la exaltación de nuestras emociones y la aparición de "el animal que hay dentro de nosotros".
Es por todo lo mencionado antes que mi recomendación como astrólogo es observar todas las Lunas Llenas del año, ya que los síntomas se expresarán de alguna u otra manera. Tomar consciencia de esto nos hará prevenir situaciones incómodas. Es importante tener en cuenta que esta energía se sentirá el día de la Luna Llena, los tres días previos y los tres días posteriores.
Debemos no tomar grandes decisiones y evitar: intervenciones quirúrgicas, conflictos con la gente y la excesiva exposición al afuera. Es sobre todo un excelente momento para beber mucha agua, meditar, descansar, cargar nuestras piedras y mazos de Tarot, y prepararnos para el ciclo de 28 días que inaugura.
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